¿Qué es la triada?
La triada, también conocida como la tríada femenina, es una lesión común en mujeres que practican deportes de impacto o de velocidad, como el fútbol, baloncesto, voleibol, atletismo y gimnasia. Esta lesión se caracteriza por la presencia de tres factores que se combinan para aumentar el riesgo de lesiones en el ligamento cruzado anterior (LCA), lesiones en la rodilla y trastornos alimentarios.
Definición
La triada es una combinación de tres factores que se han relacionado con una mayor incidencia de lesiones en el LCA en mujeres. Estos tres factores son:
- Desórdenes alimentarios: como la anorexia y la bulimia nerviosa. Estos trastornos pueden causar una disminución en la densidad ósea y la masa muscular, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones en la rodilla y el LCA.
- Disminución de los niveles hormonales: las mujeres que tienen niveles bajos de hormonas femeninas, especialmente el estrógeno, tienen un mayor riesgo de lesiones en la rodilla y el LCA.
- Deficiencias neuromusculares: la debilidad muscular y la falta de control neuromuscular pueden aumentar el riesgo de lesiones en la rodilla y el LCA.
Causas
La triada femenina es más común en mujeres que en hombres, y se cree que hay varias razones por las que las mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar esta lesión. Una de las principales razones es que las mujeres tienen una anatomía diferente a la de los hombres, lo que puede aumentar la tensión en el LCA. Las mujeres también tienen menos fuerza muscular que los hombres y, a menudo, tienen un mayor grado de flexibilidad en las articulaciones, lo que puede aumentar la tensión en el LCA.
Además, las mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos alimentarios que pueden contribuir a la triada. La presión para mantener una imagen corporal delgada y atractiva puede llevar a las mujeres a desarrollar trastornos alimentarios que pueden afectar negativamente su salud y su capacidad para participar en deportes.
Diagnóstico
El diagnóstico de la triada femenina se basa en una combinación de factores, como la historia clínica del paciente, la evaluación física y las pruebas de diagnóstico por imágenes. La historia clínica puede revelar antecedentes de trastornos alimentarios, síntomas de dolor de rodilla o lesiones previas en el LCA.
La evaluación física puede incluir pruebas de flexibilidad, fuerza muscular y control neuromuscular. También se pueden realizar pruebas de estabilidad de la rodilla, como el test de Lachman o el test del cajón anterior, para evaluar la integridad del LCA.
Las pruebas de diagnóstico por imágenes, como la resonancia magnética, también pueden ser útiles para confirmar la presencia de lesiones en la rodilla y el LCA.
Tratamiento
El tratamiento de la triada femenina se enfoca en tratar los tres factores que contribuyen a la lesión. El tratamiento puede incluir terapia nutricional para abordar los trastornos alimentarios, terapia hormonal para aumentar los niveles de estrógeno y programas de ejercicios para mejorar la fuerza muscular y el control neuromuscular.
La terapia nutricional puede incluir asesoramiento dietético, educación sobre la nutrición y, en algunos casos, terapia cognitivo-conductual para tratar los trastornos alimentarios. Los programas de ejercicios pueden incluir ejercicios de fortalecimiento, ejercicios de control neuromuscular y ejercicios de estabilización de la rodilla. Estos programas pueden ser diseñados por un fisioterapeuta o entrenador deportivo y se pueden realizar tanto en el hogar como en el gimnasio.
En casos graves de lesiones en el LCA, puede ser necesario someterse a una cirugía para reparar o reconstruir el ligamento. La rehabilitación después de la cirugía es esencial para restaurar la fuerza muscular, la estabilidad de la rodilla y la función normal.
Rehabilitación
La rehabilitación después de una lesión en la triada femenina es un proceso importante para asegurar una recuperación completa y prevenir futuras lesiones. La rehabilitación puede incluir ejercicios de fortalecimiento, estiramientos, ejercicios de control neuromuscular y ejercicios de estabilización de la rodilla.
Los programas de rehabilitación también pueden incluir terapia física, masajes y terapia ocupacional. Es importante seguir un programa de rehabilitación específico y trabajar con un profesional de la salud para garantizar una recuperación completa.
Vuelta la acción
Después de una lesión en la triada femenina, es importante seguir un proceso gradual de vuelta a la acción para prevenir futuras lesiones. El proceso puede incluir trabajar con un fisioterapeuta o entrenador deportivo para desarrollar un plan de entrenamiento seguro y efectivo.
El plan de entrenamiento debe incluir ejercicios de fortalecimiento y estabilización de la rodilla, y puede incluir técnicas de control neuromuscular para mejorar la estabilidad de la rodilla. Es importante comenzar con actividades de bajo impacto y aumentar gradualmente la intensidad y la duración del entrenamiento.
Nota: éste artículo sólo pretende tener un uso informativo. En ningún caso se auto-diagnostique. Si sufre alguna dolencia, le recomendamos que acuda a su clínica de Fisioterapia de confianza.
Cedric Arregui Guivarc'h Entrenador Nacional de Baloncesto (CES 2014)
Bibliografía y Webgrafía
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