Recomendaciones para árbitros noveles

Bienvenid@s a la guía de recomendaciones para árbitros noveles.

Esta guía ha sida elaborada gracias a la vivencia acumulada de años como jugador, entrenador y árbitro. Todos los fines de semana disfruto del privilegio de ganarme la vida siendo entrenador de lunes a sábado (dirigiendo dos equipos de formación) y siendo árbitro los domingos. Muchas veces, al tener esa doble perspectiva, he podido observar con más detenimiento las dificultades que se presentan en determinadas actuaciones de árbitros que, al igual que nuestros jugadores, están en etapa de formación (¡y nosotros como entrenadores de formación… ¡seguimos estando en formación!).

Lógicamente, los árbitros con mayor proyección y experiencia son designados para partidos de mayores categorías y los que aún no tienen las suficientes tablas, se encuentran en categorías en las que los jugadores no conocen lo suficientemente bien el Reglamento. Resumiendo, se junta el hambre con las ganas de comer.

Esto acaba siendo un cóctel de situaciones en las que es más necesario que nunca dominar el compendio de artículos e interpretaciones para poder arbitrar lo mejor posible el partido. Los problemas surgirán y habrá que estar aún más preparado para todo lo que está por venir.

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Todos los árbitros han sido noveles al inicio de su carrera en el arbitraje.
¿Recuerdas la primera vez que te tocó arbitrar?
"Como árbitros novatos, es normal sentirte abrumado en ocasiones, pero recuerda que cada decisión que tomas te acerca a convertirte en un árbitro más experimentado. Todos los árbitros han estado en tu lugar, así que no te desanimes y sigue mejorando en cada oportunidad."

El propósito de estas Recomendaciones para árbitros noveles es citar unos puntos de vital importancia puesto que los inicios del arbitraje son muy duros al tratarse de arbitrar en mecánica simple (un sólo árbitro). Las pautas que venimos a proponer partirán siempre desde los valores de respeto, responsabilidad y coherencia que deben primar en la labor que realiza cualquier persona que practique nuestro Baloncesto, sea el rol que sea, ya sea siendo amateur o profesional.

Recomendaciones para árbitros noveles

  1. Vocación. Si eres un “mochilero” y lo único que quieres es sacarte un dinerito de fin de semana, éste no es tu sitio. Arbitrarás unos cuántos partidos y te importará poco cómo lo hagas. Tendrás tu paguita sin haber hecho apenas esfuerzo por ganarla. Lo más probable es que lo acabes dejando al cabo de un rato. Es fundamental tener vocación. Hay muchas situaciones complicadas que se superan más fácilmente amando el deporte que has decidido arbitrar y recordando los motivos que te han llevado a hacerlo.
  2. Ama el Baloncesto. Tienes que sentirlo y desear aportar tu granito de arena en la cancha. Tu labor es fundamental para que todo marche correctamente y el juego alcance su máxima expresión.
  3. Sentido común. Desde la perspectiva del árbitro en el baloncesto, el sentido común se traduce en la capacidad para tomar decisiones justas y equitativas en el transcurso del juego. Implica aplicar las reglas del baloncesto de manera pragmática y ajustada al contexto, considerando las circunstancias específicas de cada situación. Un árbitro con sentido común puede discernir entre faltas claras y acciones involuntarias, valorar el entendimiento del juego por parte de los jugadores y mantener un control efectivo del juego, contribuyendo así a la fluidez y la equidad en el juego. En este contexto, el sentido común del árbitro se basa en la experiencia, la comprensión profunda de las reglas y la capacidad para adaptarse a las complejidades dinámicas del baloncesto en tiempo real (bien pudiera en primera posición).
  4. Formación continua.
    • Conoce el Reglamento y sus Interpretaciones Oficiales (si te incomoda alternar los PDF’s, siempre puedes leer nuestro Reglamento FIBA que integra las Interpretaciones de cada artículo y los ilustra con vídeos).
    • Regístrate en el Club del árbitro y haz muchos tests. Si bien es cierto que son difíciles, aprenderás mucho y rápido.
    • Si tienes X (el antiguo Twitter) te recomiendo que sigas la cuenta @arbitrando2. Es muy habitual que sean interpelados para dilucidar situaciones complejas de arbitrar.
    • Mira partidos (de formación y profesionales). Visiona los clásicos y famosos vídeos en los que los árbitros ACB llevan micro y entiende cómo sienten el juego y cómo gestionan todo lo que va surgiendo a lo largo de un partido.
    • La autoridad se gana con el conocimiento del reglamento, no con la fuerza del silbato ni con el uniforme.
  5. Puntualidad. Llegar tarde y no saludar a los entrenadores no jugará a tu favor. Es más sencillo llegar con al menos 30 minutos de antelación (siempre puede haber problemas para aparcar, surgir alguna incidencia en el transporte público o haber cualquier imprevisto). Además, tu función de árbitro empieza 20 minutos antes de la hora de inicio del partido. Llegar con el tiempo suficiente también te ayudará a conocer a la persona encargada de hacer las labores de oficial de mesa y calentar y comprobar que todo está en cómo debe estar.
  6. Comunicación efectiva. En el curso de arbitraje te habrán dicho hasta la saciedad que tú eres quién decide cuándo empieza una conversación, cuánto dura y cuándo acaba. Es bastante acertado respecto a la forma, pero engulle todo el fondo de la cuestión. Es mucho más importante establecer unas pautas de diálogo, apelando al respeto y al tono adecuado, así como ser capaces de calmar mediante la asertividad. Es absurdo gritarle a un jugador o un entrenador “¡CALMA!” sin siquiera haberle escuchado o encauzado la situación. Lo mismo si en el primer desencuentro ya amenazas con sancionar con una falta técnica. ¿es el único recurso que existe? Hay muchos más recursos como buscar el entendimiento sin por ello interrumpir el ritmo del partido.
    Saber cuándo, dónde y cómo llevar la conversación ayudará a que ambas partes construyan un diálogo positivo y acabe habiendo entendimiento.
  7. Posicionamiento adecuado, la búsqueda constante de la ventana perfecta. Vas a tener que correr y moverte. Házte a la idea que aunque midas 2 metros no implica ver a la perfección todos los contactos que se producen (y más en un partido de 10 benjamines haciendo melee alrededor de un balón). Tampoco te valdrá de nada justificar que no conseguiste la ventana a causa de las dimensiones del campo (“no corro porque el campo es muy grande y no llego” o “no corro porque el campo es muy pequeño porque no encuentro dónde ponerme”). Nadie dijo que arbitrar fuera fácil. En caso de serlo, cualquier podría hacerlo. Has aceptado el reto de hacerlo lo mejor posible. Ahora sólo queda aplicarse y esforzarse. Ya con el hecho de esforzarte, estarás demostrando que te importa el partido y que corres para poder ganar correctamente la ventana.
  8. Toma de decisiones. ¿Sancionar algo que no has visto o no sancionar algo que no has visto? ¿un inocente en la cárcel o un delincuente en la calle? ¿Qué te dice el sentido común? A menudo las ansias por pitar provocan que se precipiten los errores y se pite algo que no se ha visto. Imagina que el balón bota dentro del campo, junto a los banquillos y sancionas un fuera de banda. ¿Qué crees que ocurrirá? ¿Cuánta credibilidad perderás? ¿será recuperable? Las tomas de decisiones toman su tiempo y es mejor nunca precipitarse. Al final, para que el culpable esté en la cárcel y el inocente siga disfrutando de su vida con normalidad lo que se necesita es que el sistema funcione correctamente. Las prisas nunca son buenas compañeras.
  9. El fallo es humano. La toma de decisiones implicar tener aciertos y errores. Algunas (muchas, mejor dicho) no vas a ver y será entendible. Incluso en partidos profesionales con mecánica triple tienen que recurrir al IRS y aún así no siempre está claro para que puedan acertar. Estando en solitario, la tarea de arbitrar se torna aún más difícil. La diferencia entre arbitrar bien y mal reside en los errores que se cometen. Será mucho más comprensible un error en el que no se haya sancionado por no verlo que un error por desconocimiento del reglamento. Llegados a este punto, tenemos que hacer un matiz entre estos dos tipos de error.
    • Errores de apreciación: estos errores están presentes en todos los partidos. No existe el partido perfecto y estando sólo, siempre habrá algunos contactos que no puedas llegar a ver claramente.
    • Errores por desconocimiento del Reglamento: estos errores hablan por sí solos. La acción se ha visto claramente pero por desconocimiento del reglamento no se ha sancionado (o se han sancionado pero no resuelto de forma rigurosa). Podemos ilustrar estos errores con el clásico saltador que en el salto inicial controla el balón con las dos manos (e incluso inicia el bote) y que no es sancionado (menuda carta de presentación para iniciar el arbitraje de un partido). También podría valer con el último tiro libre lanzado que no toca aro y que se deja jugar.
  10. Mantente neutro y centrado. Somos humanos y es probable que se caigas en la tentación de dejarte llevar por las sensaciones que te provoque un entrenador que te reclama que corras o que te fijes en algún detalle que a su parecer pueda afectar al juego. Igualmente, si vuelves a arbitrar un entrenador o a un jugador con el que tuviste un encontronazo en algún partido pasado, no vayas predispuesto ni condicionado. Todo el mundo puede tener un día malo y se presenta una nueva ocasión para tener un partido en condiciones mejores.
  11. Mantén la calma. Es importante que cuando tengas una interacción con algún jugador o entrenador lo hagas de manera respetuosa y calmada. Evita perder los estribos o mostrar arrogancia. Tu estatus de autoridad no te da permiso para faltarle al respeto a nadie. El respeto debe ser el mismo para todas las personas que están en la cancha.
  12. Espera el momento oportuno. Si en algún momento surge la obligación de comunicarte con algún jugador o entrenador, hazlo en una situación de balón muerto. Sería absurdo hacerlo precisamente cuando el balón está vivo (que es justamente lo que se reprocha siempre a los jugadores y a los entrenadores).
  13. Utiliza un lenguaje y tono adecuado. Asegúrate de utilizar un lenguaje respetuoso y cortés al comunicarte con los jugadores y entrenadores. Dirígete de forma formal, ya sea el “usted” o el “tú”. En ningún caso le llames “tío”, “colega”, “tronco” o “bro”. Evita las ironías, el exceso de confianza, el uso de insultos, palabras ofensivas o lenguaje grosero. Mantén un tono de voz moderado y controlado. Controla tu lenguaje corporal.
  14. Conoce el Reglamento. Es probable que alguna vez algún entrenador o jugador te reclame alguna decisión tomada sobre una acción. Antes de dictar cualquier veredicto, asegúrate que la situación que se está tratando es clara. El objetivo de todo diálogo es intercambiar información a la vez que queremos conocer la opinión de nuestro interlocutor. Puede resultar que tu interlocutor conozca muy bien el Reglamento y te lo esté comentando con ánimo de ayudarte. Habrá que ver cuán constructivo es su discurso. También puede pasar que el entrenador o jugador con el que estés conversando también sea árbitro y conozca mejor el reglamento que tú. Igualmente, también puede ocurrir que tu interlocutor no conozca lo suficientemente bien el reglamento.
  15. Acepta tus decisiones, tanto las buenas como las que ya has tomado y sospechas que te erraste. Es fundamental saber convivir con el error y discernir el motivo que te llevó a tomar una decisión fallida. Darle vueltas y machacarte con un error que no tiene marcha atrás te perjudicará haciéndote entrar en una espiral negativa que acabará provocando más errores. Mantente concentrado. Sólo tú puedes hacerlo durante el juego.
  16. Siempre con actitud positiva y proactiva. Al final del partido, no siempre el equipo que ha perdido acepta la derrota. Te toparás con personas que achacarán su derrota a tu actuación y lo pondrán de manifiesto, ya sea negándote el apretón de manos o comentándote de malas maneras (o con ironías) los errores que cometiste. Como bien dijimos antes, el respeto es igual para todos. No caigas en la tentación de discutir ni de darle coba a ese tipo de gente. Si en algún caso les diera por insultarte, no dudes en adjuntar un anexo. Aunque el partido haya acabado y se haya cerrado el acta digital, siempre queda un resquicio para que proteger a los árbitros ante este tipo de situaciones. Recuerda que tienes que ser siempre un ejemplo de fair play y de espíritu deportivo.
  17. Entrenamiento invisible. Recuerda que vas a tener que estar en una forma física óptima. Estará genial que vayas a correr, pero tampoco pierdas de vista la nutrición así como las horas de descanso. Esto es el entrenamiento invisible y es tan importante como la preparación física.
  18. Ensaya en casa, sol@ o acompañad@. Ya sea señalizaciones o conversaciones hipotéticas que bien pudieras surgir. Si además tienes algún amigo o amiga que juegue al basket, podéis teatralizar alguna situación. Es una dinámica divertida, didáctica y que sirve para desarrollar la capacidad de diálogo y de empatía.
  19. Observa y comparte. Si tienes la posibilidad de ver en directo actuaciones de compañeros y compañeras, házlo. Podrás ver cómo se mueven y observar cuál es su criterio para arbitrar determinados contactos. Igualmente podrás ver cómo se comunican y gestionan distintas situaciones.

La idea de realizar esta guía de Recomendaciones para árbitros noveles (y recordatorio para los veteranos confiados) busca fomentar la formación continua de los árbitros noveles y mantener más vivo que nunca el deseo de mejora en la ardua tarea de arbitrar. Se seguirán cometiendo errores, desde luego porque eso es inevitable, pero al menos serán errores que se puedan entender porque es imposible ver todo. Conocer el reglamento y sus interpretaciones siempre ayudará a que lo se vea pueda ser arbitrado correctamente. Lo que no se ve nunca podrá ser arbitrado correctamente. Ahora bien, nunca hay que rendirse a la hora de prestar atención a los detalles.

Esperamos que esta guía sirva de utilidad para los árbitros que están empezando para que adquieran más confianza a la hora de desempeñar su importantísimo papel, entiendan mejor qué ocurre en un partido y así poder sentir plenamente el juego. Quizás así puedan tener una larga y prometedora carrera en el incomprendido y solitario mundo del arbitraje.

¡Nos vemos en las canchas!

Cedric Arregui Guivarc'h
Entrenador Nacional de Baloncesto (CES 2014)
Árbitro de la FBM

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