
El pase con palmeo es parte del legado del genial Pete Maravich. Uno de los primeros baloncestistas jugones que se dedicaban a deleitar al público con filigranas y virguerías impensables en sus tiempos. En un contraataque, fintó golpear con la palma de la mano el balón y finalmente lo “abofeteó”.
Quedó muy bien y el balón llegó a su destinatario.
Objetivos para la enseñanza

- Localizar el objetivo.
- Mantener una postura equilibrada.
- Realizar el último bote tenso para que el balón se coloque a la altura de los hombros.
- “Abofetear” el balón en dirección al destinatario del pase.
Errores más comunes

- No localiza el objetivo
- Pierde el equilibrio
- Realiza el último bote sin demasiada fuerza y se queda a una altura baja.
- No “abofetea” bien el balón y va en una dirección distinta adonde está el destinatario del pase.
Pese a que el pase con palmeo es un pase muy de jugón, conviene que los jugadores lo conozcan desde pequeños puesto que desarrolla la sensibilidad de las manos y les ayuda a conformar su esquema corporal.
Además, es una muy buena manera de trabajar la tensión del bote previa al golpeo con la palma.
Además tiene transferencia para el tiro puesto que se usa el palmeo en algunos rebotes que presentan una buena oportunidad para ponerlo en práctica.
Cedric Arregui Guivarc'h Entrenador Nacional de Baloncesto (CES 2014)