
Desde 2009, llevo enseñando Baloncesto al colectivo de Mayores de la Comunidad de Madrid. Concretamente en San Sebastián de los Reyes y en Villa de Vallecas. Rodilleras, arrugas y canas es lo primero que se ve. A simple vista.
Con interés y curiosidad, preguntando sin rodeos a los nuevos jugadores veteranos, se hace mención a las lesiones crónicas. Éstas hacen rebrotar destellos de una vida laboral ya aparcada. Los más afortunados pudieron seguir estudiando. Los más curtidos tuvieron que dejarlo para trabajar y aportar unas pocas pesetas a la economía familiar.
Han trabajado mucho y han visto multitud de acontecimientos históricos. Con muchos de ellos se podría estar largas horas hablando de cualquier tema. Son un pozo sin fondo de conocimientos.
Yo tan sólo me limito a enseñarles Baloncesto lo mejor que puedo y aprovecho para aprender todo lo que me puedan enseñar. La experiencia es un grado y ellos tienen una interminable lista de lustros en su haber.
Tengo el privilegio de mejorar gracias a ellos. Debido a que muchos de ellos no fueron jugadores de Baloncesto habituales hay que enseñar toda la técnica individual partiendo de lo más básico para progresar y llegar a movimientos que podrían parecer inverosímiles en unos cuerpos achacosos por la edad.
Tácticamente, a lo largo de estos años, también han mejorado mucho. ¡Corta! ¡No te quedes ahí parado! Y mucha más comunicación, sobre todo gestual, es la que se ve y se oye en la pista.
Súbitamente, me viene a la memoria la cantidad de amigos que han dejado de jugar por la edad. Es por eso que algunas mañanas no doy crédito a lo que ven mis ojos. Corren, saltan, gritan, ríen y algunas veces, incluso se enfadan. Luego, se les pasa y vuelven a su yo relajado y cotidiano. Todo entendible puesto que son comportamientos típicos de cualquier juego y deporte que se practique con pasión.
Aunque sea el encargado de dirigir el taller de Baloncesto de la 3ª Edad, creo, sinceramente, que deberían ponerle otro nombre. Podría valer Taller de Rejuvenecimiento a través del Deporte del Baloncesto. Si nos ponemos más imaginativos, Taller de aligeramiento de años a través del Basket.
Es igual el nombre que le pongamos. Por muchas canas, arrugas y rodilleras que veamos, lo mejor es ver las ganas que tienen de practicar este hermoso deporte. Es por ello que hoy, desde esta modesta tribuna, quiero dedicarles estas palabras de admiración por su juventud de espíritu. Cada día consiguen demostrar que el Baloncesto no tiene edad.
¡Gracias y Enhorabuena!
Cedric Arregui Guivarc'h Entrenador Superior de Baloncesto (CES 2014)