
La última auto-canasta intencionada
El 18 de Enero de 1962, jugándose los octavos de la Copa de Europa en Varese, siendo partido a doble vuelta, se llegó a un empate a 80 puntos con empate a falta de 2 segundos. Una posible prórroga no beneficiaba en ningún modo al Real Madrid de Pedro Ferrándiz. El ambiente era infernal y sin Hightower (lesionado tras marcar 27 puntos) y con Morrison y Sevillano eliminados por faltas. Tras encajar una canasta, y estando empatados a 80, Pedro Ferrándiz solicitó tiempo muerto.
Antes de iniciarse el partido, Pedro Ferrándiz les comentó la posibilidad de llegar a ese escenario, así que cuando le comentó a sus jugadores el marcarse auto-canasta, no hubo sorpresas ni objeciones. Ferrándiz le dijo a Alocén: “Lorenzo, ya sabes lo que tienes que hacer”. Al reanudarse el juego, Lluís sacó y Alocén marcó en su propia canasta sin oposición celebrando la canasta (era parte de la teatralidad).

Luego se lamentó mientras era agarrado por Lluís, como si se hubiera vuelto loco para que los árbitros no le pitaran falta técnica ni contemplasen la opción de anular la canasta. Justo en ese momento, llegó un jugador del Varese, Toth, empezó a recriminarles. Fue en ese instante cuando la afición de Ignis Varese dejó de celebrarlo (entre euforia y risas) y cayó en la cuenta que había sido una jugada con plena intencionalidad para no ir a la prórroga (pese a ser doble vuelta, en caso de llegar al empate, se jugaba la prórroga).
Instantes más tarde, todos los presentes cayeron en la cuenta de lo que realmente había pasado y el clima se tornó en hostil. No tardaron en llegar los pitos y los objetos voladores. Ya se había realizado la jugada y no había nada (al menos en esa época) que pudiera cambiarlo. El Real Madrid perdía el partido de ida de tan sólo dos puntos. Una diferencia mínima y evitaba una prórroga que le hubiera salido cara por expulsión de jugadores y cansancio.
En el partido de vuelta el Real Madrid ganó de 18 puntos y pasaron a cuartos de final, llegando incluso hasta la final que perderían contra el Dinamo Tbilisi.Obviamente, la jugada dio mucho que hablar y obligó a la FIBA a reformar el reglamento con el objetivo de subsanar ese vacío legal que tan bien supo aprovechar Pedro Ferrándiz. A día de hoy están estrictamente prohibidas las auto-canastas, siendo castigadas con 1.000 dólares y una suspensión por dos años.
Además, el sistema de competición cambió y actualmente los partidos de ida de eliminatorias a doble vuelta pueden terminar en empate, sin tener que jugar prórroga. De esta manera se revaloriza el factor cancha para el equipo que juega de local en el partido de vuelta.